Ahora que llega el verano, el sol aprieta y nuestro pelo comienza a sufrir las consecuencias. Siempre tenemos la opción de comprarnos una gorra o un sombrero de moda, pero no nos engañemos, en verano queremos lucir nuestra melena al sol.
Sin embargo, no es solo el sol lo que daña nuestro pelo en verano, el cloro de las piscinas, la sal del mar, la potencia de los rayos Ultra Violeta, largas horas al calor de nuestra estrella reina… son factores que hacen que nuestro pelo sufra más en esta época del año que en ninguna otra. Tenemos, en general, muy claro que debemos protegernos la piel del sol, pues el pelo, como una especie de extensión de nuestra piel, también debe ser protegido.
El cabello sufre de la radiación UV, aclarándolo y debilitando su estructura de queratina. Esto tiene como consecuencia un pelo seco, que se puede quebrar, encrespar y perder todo su brillo. Necesitamos una cutícula sana de nuestro cabello para que ésta refleje el sol como se merece, dándole brillo y fuerza que irradie luz allá donde vayamos.
Bien, ¿qué podemos hacer para que en el próximo casting de Pantene nos elijan a nosotras?
Para empezar podemos atender a nuestra alimentación. Sí, antes de ir a toda la gama de productos que existen para el pelo, su protección y su exaltación, podemos empezar por dentro.
Un factor de peso es qué tipo de digestión estamos teniendo, porque por mucha superfood que pongas en tu plato, si no la digieres bien, no vas a hacer que los nutrientes lleguen donde tienen que llegar. De la misma manera, si tu circulación no es buena, el transporte de estos nutrientes y el oxígeno, no va a llegar a los rincones más recónditos de nuestra piel: los folículos capilares de tu pelo.
Cuando esto ocurre, o más bien no ocurre, nuestro pelo luce más débil y quebradizo, además de tener un crecimiento mucho más lento y desnutrido.
Una de las opciones es el consumo de ácidos grasos omega 3. ¿Por qué? Pues porque los omega 3 ayudan a nuestros cuerpos, por un lado, regulando los niveles de ácidos grasos esenciales y, por otro lado, promoviendo una mejor circulación. [Ref. 1]
Los ácidos omega 3 son, junto con los omega 6, ácidos esenciales para nuestro organismo, esto es que son absolutamente necesarios para el correcto funcionamiento de tu cuerpo. Esta relación, como todo en esta vida, tiene que ser equilibrada. El problema de nuestras dietas occidentales es que consumimos mucho más omega-6 que omega-3, y esta proporción llega a ser de 10 a 1 o incluso de 30 a 1, cuando lo recomendado es que sea de 5 o 4 a 1. Es decir, que hay que comer mucho más omega-3.
Es conocido que tenemos omega-3 en los pescados azules, la sardina, el atún o el jurel (o txitxarro, como se denomina en el norte). Pero no es casualidad que las semillas de chía se hayan puesto de moda, pues han demostrado tener un porcentaje altísimo de omega-3 [Ref. 2].
Este poder junto con su alto contenido en fibra puede ayudarnos de dos maneras, mejorando nuestra circulación y facilitando nuestra digestión. Así que a comer semillas de chía.
Otras semillas que nos pueden ayudar, son las de cáñamo, que además de su alto contenido en omega-3 tiene mucho triptófano, que es precursor de la serotonina, el neurotransmisor de la felicidad, y ayuda a regular nuestro sueño y un buen descanso.
Otra manera que tenemos de mejorar la salud de nuestro cabello es a través de la vitamina E, que es el mejor antioxidante para la dermis. Con alimentos ricos en vitamina E, avellanas, nueces o almendras, entre otros, podemos enriquecer nuestro tejidos con esta vitamina antioxidante protegiendo a nuestro cabello de la oxidación y la deshidratación.
Por supuesto, en el mercado, encontramos una amplia gama de productos para proteger el pelo de las inclemencias del sol, de los rayos UV, del cloro, de la sal… Estos productos incluyen champús, sérums, mascarillas y otros protectores de cabello donde la oferta que tenemos a veces puede desbordarnos y saquear nuestros bolsillos. Los ingredientes más habituales que podemos buscar son aceites de caléndula, sauce o romero, porque hidratan y suavizan y, además, evitan la oxidación del color. Los aceites esenciales omega 3 y 6, así como algunas vitaminas flavonoides y antioxidantes pueden ayudarte a proteger tu pelo de la sequedad y la pérdida de brillo provocada por el sol.
Pero no nos olvidemos de que existen trucos más asequibles para el bolsillo para proteger y fortalecer tu pelo para que no sufra tanto con los avatares del verano. Por ejemplo, cambiar de champú. Sí, parece una obviedad, pero alternar tu champú habitual con otros que cubran las necesidades circunstanciales de sequedad o debilitamiento es una buena manera de mantener tu pelo sano en esta época del año.
Otra opción que ayudará a que tu pelo luzca más sano es tan simple como efectiva: ¡córtate el pelo! Al menos, las puntas que es la parte del cabello que más sufre las agresiones externas del pelo, cortando un poco antes y después del verano tendrás un pelo mucho más fuerte y sano.
Una vez más y volviendo al principio, si vas a estar muchas horas bajo el sol, en la playa o en la piscina, un buen sombrero puede ser tu mejor aliado, también recogerte el pelo en una trenza evita que haya tanta superficie expuesta y ayudará a protegerlo.
Evita abrumar a tu pelo con otros productos que intensifican los efectos del sol, la laca, que reseca, las planchas que recalientan o deja secar tu pelo al aire.
En BETAMINS+ Hair & Nails, encontramos ingredientes fundamentales para el fortalecimiento de nuestro cabello: biotina, extracto de Moringa, vitamina E, ácido fólico, y otras vitaminas esenciales para que nosotras, junto a nuestro pelo, brillemos en verano.
Teniendo en cuenta estos pequeños tips, podemos ayudar a nuestras melenas a lucir como se merecen, como tú te mereces: fuertes, sanas y brillantes, deslumbrando a nuestro paso y reflejando la belleza que llevas por dentro y por fuera.
Referencias
[Ref.1] https://www.cuerpomente.com/blogs/come-limpio/alimentos-cabello-sano_1292
[Ref. 2] Peiretti, P. G., & Gai, F. (2009). Fatty acid and nutritive quality of chia (Salvia hispanica L.) seeds and plant during growth. Animal Feed Science and Technology, 148(2-4), 267-275. https://www.sciencedirect.com/science/article/abs/pii/S0377840108001405?via%3Dihub
Le Floc'h, C., Cheniti, A., Connétable, S., Piccardi, N., Vincenzi, C., & Tosti, A. (2015). Effect of a nutritional supplement on hair loss in women. Journal of cosmetic dermatology, 14(1), 76-82. https://onlinelibrary.wiley.com/doi/abs/10.1111/jocd.12127
Dario, M. F., Baby, A. R., & Velasco, M. V. R. (2015). Effects of solar radiation on hair and photoprotection. Journal of Photochemistry and Photobiology B: Biology, 153, 240-246.
https://www.sciencedirect.com/science/article/abs/pii/S1011134415003206
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